Fermentación y estadía en cubas
La uva es cosechada a máquina. La vendimia es despojada del ramillete y de las semillas mecánicamente.
Efectuamos la separación del jugo y de los pellejos con la ayuda de un tapiz vibrante. Los jugos cosechados son analizados (azúcar, acidez) y reincorporados o no según los resultados.
El conjunto jugo/pellejo/pulpa es enviado a las cubas por una bomba que vehicula la uva sin aplastarla.
La fermentación alcohólica comienza principalmente 2 o 3 días después de la puesta en cubas y se va a prolongar de 5 a 8 días.
Una vez terminada la fermentación –cuando el azúcar de la uva se ha transformado totalmente en alcohol- el vino permanece aún en la cuba durante unos quince días con el fin de extraer un máximo de aromas y de taninos.
Desde 1997, hemos equipado nuestras instalaciones con un sistema de regulación de temperatura lo que permite realizar una vinificación ideal adaptada a cada cuba.
Recuperación del vino y prensado del mosto :
Hacia el final de
la fermentación, efectuamos pruebas de degustación 2 o 3 veces por semana. Cuando el vino probado
satisface a nuestros especialistas, comenzamos la operación de recuperación del mismo separándolo
del mosto.
El vino así recuperado es enviado solo a una cuba y el mosto es transportado hacia un prensador neumático
que lo comprime para extraer el vino allí existente. Ese vino es llamado « vino de prensa ».
Fermentación maloláctica :
Esta fermentación se produce naturalmente después de la fermentación alcohólica. Es un proceso que dura alrededor de diez días y consiste en la transformación del ácido málico (contenido naturalmente en el vino) en ácido láctico.
El vino se vuelve entonces más suave y más aromático.
El ensamblaje :
Es una operación muy importante que determina la calidad de los futuros vinos. El ensamblaje consiste en seleccionar las cubas que harán un Bordeaux Superior de las que harán un Bordeaux Tinto.
Esta operación necesita numerosas pruebas y puede extenderse sobre varias semanas.